Muchas veces me preguntan que de donde saco la inspiración para escribir, a veces no la tengo, pero hay días que empiezo a escribir y de repente, no puedo parar. Veo unas imágenes , me inspiran algo y empiezo a escribir.
ESta imagen, sin ir más lejos, me ha venido al paño para escribir sobre un tema que quiero tratar desde hace tiempo: la superficialidad. Si, si, quiero hablar de estas niñas metro ochenta, delgadas, maqueadas al mínimo detalle, que van todas las semanas a la pelu, tienen un novio super-hiper-mega-mono, no tienen un pelo por todo el cuerpo, no saben ni reírse, jamás se las ha visto correr, ni siquiera se les ha visto nunca una gotita de sudor en la frente y quien sabe si irán a visitar al señor Roca!
Puede que lo diga por pura envidia, pero Dios! ¿cómo se puede ser tannnn mona?? Y encima algunas parecen inteligente y todo ( y son rubias, jajajaja), es broma!
Ojo!, que no digo que me parezcan mal, es decir, si yo tuviera un cuerpazo pues quizás también iría por ahí enseñando, pero nose... hablo de la perfección, ¿serán tan perfectas? venga que seguro que algún fallillo encontramos!!
Besos
2 comentarios:
ja ja No lo dudes...van al señor Roca como tú y como yo.... En determinadas situaciones...somos todos iguales..jaja
Me has hecho reir....Besitos
Yo creo que la gente, cuanto más insegura sea, más necesidad tiene de ponerse capas para protegerse. Maquillaje, ropa, novio... toda apariencia perfecta suele esconder mucha inseguridad por detrás. Así que igual no hay que envidiarlas tanto!! Un beso :)
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