jueves, 24 de septiembre de 2009

Sigues entando conmigo.


Hoy más que nunca te necesito, necesito abrazarte, necesito contarte lo que me está pasando, que me des tu consejo. Quiero tener 4 años que me sientes en tu falda y me des un caramelo a escondidas de mamá.

Eras mi 2ª madre, mi amiga, mi protectora, mi confidente, mi alma gemela, la única persona de la familia con la que de verdad me sentía identificada.

-“como dos gotas de agua”-decía la gente.

No me había atrevido a escribir hasta hoy, dos años y algo más de tu partida… espero que me sepas perdonar, claro que sí, ¡Siempre lo has hecho!.

Tenías el pelo negro azabache con algunas canitas.

-Quiero tener el pelo totalmente blanco – me decías.

Pero no, hasta tus últimos días fue negro como tu vestimenta. Siempre vestías de negro en honor a tu marido y a tu hijo que también partieron, solo que lo hicieron antes que tú.

Eras rellenita (así quiero recordarte), piel blanca, risa contagiosa, salsillos de oro (siempre puestos y siempre los mismos). Manicura siempre perfecta (a veces te la hacía yo) y ahora a mí me sale fatal!.

Dormíamos juntas, compartíamos cama, habitación, un espacio, unos sueños, soñábamos juntas. Me decías que querías verme de mayor yendo al altar del brazo de mi padre. Querías que te hiciera bisabuela lo antes posible.

Todos estos sueños no pudieron ser, no los podrás ver, pero si te sirve de consuelo te diré que todos estamos bien, todos tenemos salud. Yo sigo igual, más grandota (por no decir rellenita), estoy bien, soy feliz, seguí con mi vida tal y como me dijiste, viví y aproveché cada segundo de mi reloj.

Y aunque a veces me derrumbe por motivos de la vida, sé que estás ahí para cuidarme, sé que te debo una promesa y la cumpliré, sé que eras fuerte y que querías que yo también lo fuera. Y lo seré por eso, y mil cosas más, lucharé y seguiré adelante. Por ti y por mí. Por nuestros sueños.

Siempre que te pido una señal me la das y se que esta vez también ha sido así.

“Las cosas pasan por algo”-me decías siempre. Sí señora cuanta razón tenías!

Me enseñaste a rezar (todas las noches del mundo), me enseñaste a contar, a leer, a hacerme una maruja de las telenovelas (ahora afortunadamente ya no, jeje). Me enseñaste la famosa frase: “Antes muerta que sencilla”. Me enseñaste a hacer tortillas de carnaval, pero jamás me saldrán como a ti.

Siempre en mi corazón, abuelita mía.

*PD: esto lo escribí hace algunos meses, pero la entrada de hoy merecía ir sobre ella, hoy hubiese cumplido 67 años.

*PD1: He elegido esta imagen porque siempre que me acuerdo de mi abuela, me viene a la mente su imagen sentada en la terraza de su casa, (no es la de la imagen), pero prefiero recordarla así.


10 comentarios:

Yas dijo...

Se nota que sentias por tu abuela un cariño fuera de lo normal!! Me alegro mucho que te acuerdes de ella asi, tal y como viviste los buenos momentos...

Besootes

PD: Pásate por mi blog que estoy de sorteo por las 10000 visitas!!

Girl From Lebanon dijo...

Me he sentido muy identificada con lo que has escrito...mi relación con mi güela era mas o menos así...como se las echa de menos...

Bss!!!

M dijo...

Qué suerte haber tenido una relación tan bonita y tan especial! Y qué suerte que hayas aprendido tanto de otra persona, que hayas sido tan querida y que hayas querido tanto! Muchos besos para tí y muchos pensamientos para tu abu.

Nadia dijo...

Se echa de menos a los que ya no están, y sin darnos cuenta en cualquier detalle los vemos. Mi abuela murío el año pasado, en Octubre, y todavía la recuerdo en el jardín regando sus plantas.

Un besazo melancólico!

Anónimo dijo...

Lo importante es nunca olvidar a los que ya, por desgracia, no están con nosotros.

Un beso, que me has dado melancolía.

MUCHACHITA dijo...

Madre mia, a parte de algún detalle diferente, parece que la carta sea mia y se la escribiese a mi abuela que también se murió hace dos años.
También era una mujer fuerte y prefiero recordarla así y no como fue los últimos 6 meses.
Me enseño muchas cosas, era lo mejor.
Nunca o casi nunca voy al cementerio, no me gusta pero sin embargo pienso en ella muchas veces, con cosas que van ocurriendo.

uyyy, vaya tostón te he contado.
bssss

Sandra dijo...

Las abuelas que grandes!!.... siempre se ls echa de menos, y siempre nos acordamos de sus enseñanzas, de sus consejos, de sus cosas, de q siempre estaban ahi.

Un beso muy grande guapa.

Winnie dijo...

Bellisima entrada dedicatoria...apuesto a que tu abuela te está haciendo un guiño ahora mismo....GRacias por un texto tan sentido y bonito. Besos

Silvi dijo...

Es curioso como hay ciertos sentimientos que sólo tenermos hacia nuestras abuelas (o abuelos). Yo cada vez que veo a mis sobrinos alrededor de mi madre y mi padre, que si abuelo mírame, o abuela tengo hambre, abuela dame un besito, abuelo esto o aquello... veo una conexión especial, parecida a la de los padres con los hijos, pero con algo más que no se explicar... además de cuándo los nietos somos más mayores, y tratamos a los abuelos con cierta delicadeza, como si de un muñeco a punto de romperse se tratara.
Me siento contenta por haber sentido lo que es tener abuelos, para los quesus nietos son los más guapos, los más listos, los más mejores...jajaja
y te felicito por vivir con la tuya momentos inolvidables y tener un bonito recuerdo de ella... seguramente hoy eres quien eres en parte gracias a ella.
Besos

Lorena dijo...

Me has emocionado leyéndote. Mi abuelita es muy importante para mí y, por suerte, aún está estupendamente, pero sé que me sentiré exactamente como tú cuando ya no esté.
Muchos besos, guapa...

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