Cada mañana lo veo pasar delante de mi ventana con su bolsa de deporte, se dirige hacia la piscina, donde hace su horita de natación, que si braza, que si espalda…de todo!. Tiene 72 años y está como un roble, hace cinco años que se jubiló y no ha parado ni un sólo segundo de caminar, nadar, coger el coche, limpiar su casa, ayudar a su mujer, a sus hijos, pasar tiempo con sus nietos, sonreír y, en definitiva, vivir.
Hay jubilados que se quejan de estar todo el día en casa: “no tengo nada que hacer”, “me aburro”, “ahora ya no sirvo para nada”, pero este hombre no se ha quejado ni un solo minuto, sabe que le queda poco tiempo (aunque esto es relativo), y lo quiere aprovechar al máximo.
-“Ojalá yo llegue a tu edad y sea como tú cuando sea mayor…” -le dije un día.
-(risas) –él.
¡Felicidades Tomás!
1 comentario:
Yo tenía (porque ya no está) un Tio que fue al gimnasio hasta los 82 años, hacía pesas, gimnasia de mantenimiento....estaba en plena forma, hasta que el parkingson le ganó la partida y poco a poco se fue apagando.
Aplaudo a todos aquellos mayores que hacen deporte, les mantiene vivos.
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